¿Por qué los Angels no son malos?

Picture credit score: © Gary A. Vásquez-Imagn Pictures

Traducido por José M. Hernández Lagunes

La novela corta de Stephen King, Two Proficient Bastids, explora a dos hombres aparentemente anónimos que, a una edad avanzada, extraen de sí mismos talento artístico previamente inimaginable. “No ocurre gran cosa… pero el lector se siente atraído de todos modos”, declara un crítico imaginario de un libro imaginario, “porque hay violines”. Es decir, hay una cuerda (juego de palabras involuntario) presente que atrae al público hacia un significado o valor más allá de lo presentado inicialmente. Finalmente se descubre, porque se trata de King, que los artistas liberaron su talento gracias al órgano activado por la respiración de un turista extraterrestre saltador de planetas hecho de plastilina, pero eso no es lo importante. Lo que importa es que a veces el atractivo de algo no es del todo obvio, y no tiene por qué serlo para cautivar; de hecho, a veces la aparente falta de atractivo de algo que, empero, atrae es en sí misma una especie de fascinación contraria.

Estamos a mediados de junio y los Angels casi juegan pelota de .500. Están un solo juego por debajo de esa meta, tras haber ayudado a los Athletics a su 22ª derrota en sus últimos 28 juegos. Ahora los Orioles tienen la delantera, y con o sin éxito reciente, esa primera cláusula no tiene el mismo prestigio que antes; el punto es que los Angels podrían lograrlo. No es que eso signifique necesariamente algo, si Los Ángeles alcanza un récord de .500 este fin de semana. A estas alturas de 2022, estaban cinco juegos por encima de .500, una situación que duró toda la temporada y de la que los Angels aprendieron todas las lecciones correctas. Pero aun así, ahí están; se acerca el Juego de Estrellas y la predicción de Arte Moreno de que su equipo sería competitivo tras la peor temporada common en los 63 años de historia de la franquicia no ha sido del todo descabellada. Eso no es nada. Es más, las caras principales que están ayudando a los Angels hasta este punto no son exactamente las que uno esperaría. No es que sean jugadores desconocidos, sino que “ex selección de primera ronda” no significa lo mismo en Anaheim que en otros lugares. Sin embargo, brindemos por quienes hacen esto posible.

Nolan Schanuel

Si hubiera una sola frase que pudiera resumir el estándar de la industria sobre Schanuel al comenzar la temporada pasada—tras la sorprendente selección de Los Ángeles con la undécima selección normal en 2023 y su rápido ascenso a las Grandes Ligas ese mismo verano—sería “no tiene un perfil de Grandes Ligas”. En resumen, no conecta cuadrangulares. Apenas batea con potencia—que su velocidad de bate esté en el percentil 7 este año es una gran mejora—algo que no ha cambiado en absoluto este año, con un porcentaje de slugging aislado de .109. No es un fildeador particularmente eficaz, y su valor corriendo las bases es prácticamente nulo. Eso podría dar la impresión de que Schanuel carece por completo de valor, y en temporadas anteriores tendrías razón, pero en su segunda temporada completa en Grandes Ligas, Schanuel ha obtenido más bases por bolas que ponches, con un porcentaje de embasado de .383, solo 10 puntos por debajo de su slugging. Eso sigue valiéndole un DRC+ de 116 y un WARP de 1.2, liderando a todos los bateadores de los Angels.

Zach Neto

Este es un caso un tanto extraño, ya que, según el WARP, la mayor parte del valor de Neto reside en su defensa, y hasta el momento ha permitido 1.8 carreras con el guante en las paradas cortas, según el DRP. Su OPS de .817 es el mejor de su carrera, pero el DRC+ no impresiona, con tan solo 95, un paso atrás respecto a su primera temporada completa el año pasado. Tanto la tasa de ponches como la de bases por bolas han ido en la dirección equivocada, pero además, Neto sigue recuperando su mejor nivel tras un inicio tardío de temporada recuperándose de una lesión de hombro. El resultado significa que Neto ha aportado mucho más valor en el campo del que las estadísticas sugieren… pero esas victorias aún cuentan.

Mike Trout

Hay un jugador al que hay que seguir de cerca en los Angels. Es una revelación al closing de su carrera, que acaba de debutar de tiempo completo este año a sus 33 años, tras disputar 319 partidos entre las temporadas 2020 y 2024. Su tasa de ponches es algo alta, y su complexión robusta presagia posibles lesiones, pero su bateo sin duda puede jugar: el nativo de Millville, Nueva Jersey, tiene una velocidad de salida promedio del 87% y ya ha conectado 10 cuadrangulares este año, a pesar de perder tiempo de juego en la lista de lesionados. Se necesita de todo para que un equipo destaque y supere las expectativas, y eso incluye a jugadores que florecen tarde como este muchacho desconocido.

El órgano mágico de Two Proficient Bastids tiene una ventaja: no puede sacar a relucir lo que ya no existe. Es decir: al escritor y al pintor mencionados en el título de la obra no se les otorgan habilidades sobre sus dominios como recompensa por salvar la vida de un extraterrestre, solo se les concedió un acceso más fácil a ellas. El descendiente de uno de los dos descubre que el órgano no tiene nada que aportarle, porque no hay nada que complementar. Existe un argumento filosófico que sostiene que no hay distinción entre recibir algo y tener acceso a ello, pero la concept principal se mantiene: no se puede crear lo que no existe.

En este caso, un equipo capaz de competir. Por DRA- del equipo, los Angels ocupan el puesto 26. Ese es el mismo lugar que ocupa la ofensiva entre los equipos de la Liga; analizar el récord pitagórico de los Angels sugiere que deberían estar en un ritmo de 68 victorias, una mejora notable con respecto al peor desempeño de la franquicia del año pasado, pero lejos de la contienda o incluso de .500. La clasificación PECOTA básicamente coincide, esperando que la suerte de los Angels hasta este momento los acerque a las 73 victorias… pero si se desglosa eso en la proyección del resto de la temporada, Los Ángeles está en un ritmo de 69 victorias.

Quizás sigan superando las expectativas, incluso por mucho de ahora en adelante. José Soriano es realmente interesante, con sus absurdas tasas de roletazos. Probablemente podría nombrar a alguien más. Pero les dejo adivinar si creo que el órgano mágico alienígena de Stephen King abriría para los Angels.